Escoria de cobre podría sustituir uso de áridos del río Aconcagua en construcción de carreteras y caminos de la región
La escoria de cobre está calificada actualmente, por la normativa nacional, como un residuo minero masivo (no peligroso), por lo que en nuestro país no es posible su reutilización como un subproducto, a pesar de que en otras naciones, hace décadas se aplica en diversos procesos, principalmente en el rubro de vialidad.
Guillermo Brante, jefe de la Unidad de Laboratorio y Control de Calidad de la Dirección de Vialidad, durante la segunda sesión de la Mesa Técnica para analizar la posible recalificación como subproducto del silicato de hierro, mostró los resultados de diversos ensayos y tesis universitarias, que han demostrado que este material tiene un mejor comportamiento mecánico, elástico, de resistencia a la carga, etcétera, que los áridos que se extraen actualmente del lecho del río Aconcagua y que se utilizan como base granular y estabilizante para carreteras.
“Por cada metro de camino, se necesitan tres metros cúbicos de áridos. ¿De dónde vamos a sacar los áridos si queremos proteger el medio ambiente? Acá hay 4 millones de toneladas en el depósito de escoria de Ventanas y, por eso, el MOP propuso como investigación el uso de escoria para el mejoramiento de caminos de zonas rurales, dando conectividad a sus habitantes, cambiando el significado de este material”, comentó.
Por su parte, la gerenta de Medio Ambiente de la Operación Chagres de Anglo American, Katherine Ferrada, aseguró que “La escoria tiene una tremenda estabilidad química, no genera elementos tóxicos al agua, suelo ni aire. Su inocuidad está ampliamente demostrada, y utilizarla en otros procesos no tiene nada de innovación. Se hace desde más de 30 años en Europa, América del Norte y Asia”.
Marcela Pantoja, Gerenta de Sustentabilidad y Asuntos Externos de Codelco Ventanas, indicó que
“En el caso específico de nuestra región, además de permitir la reutilización de un subproducto que por ahora está siendo desaprovechado, disminuiría la presión sobre el lecho del río Aconcagua, sometido a una intensiva extracción de áridos, lo que tiene severas consecuencias ambientales”, agregó.
Finalmente, Pantoja enfatizó que el obstáculo para facilitar la reutilización de la escoria es normativo, no técnico, ya que se debe recalificar la escoria como subproducto, en lugar de residuo. Además, en el contexto del cierre de Fundición Ventanas, la gerenta recordó que “si la normativa se mantiene igual, la única posibilidad con el escorial sería realizar un cierre in situ, desaprovechando así un material que podría ser una alternativa sustentable para los áridos que hoy por hoy se extraen del río más importante de la región”.