Satisfactoria recuperación de trillizos prematuros extremos nacidos en el Hospital Fricke

Jesús, Simón y Esteban son trillizos y llevan más de un mes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. Nacieron en abril con tan solo 31 semanas de gestación, lo que los convierte en prematuros extremos, considerados pacientes de alto riesgo. Afortunadamente, han evolucionado de manera óptima superando complejidades como su peso que tras la cesárea, fue de 1.900 gramos.

La médico tratante y residente de Neonatología del centro asistencial viñamarino, Carol Garrido, explica el estado en que se encuentran los hermanos, que a diario son visitados por sus padres que vienen desde Cabildo. “Están con un buen incremento de peso, han logrado superar bastantes complicaciones asociadas a la prematurez y lograron afortunadamente evolucionar de una forma muy favorable y en la actualidad, están previos ya al alta. Lo más probable es que ya dentro de unas semanas, si es que todo sigue saliendo bien, puedan estar en su casa donde sus papás los esperan con muchas ansias”.

La doctora Garrido añade que, estos lactantes han requerido de un intenso trabajo multidisciplinario. “Se requiere un manejo bien exhaustivo desde el punto de vista médico, de matronas, de técnicos. Tenemos también un equipo de rehabilitación importante que incluye fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y kinesiólogos, que entre todos han hecho un trabajo de joyería, por decirlo de alguna forma, porque estos trillizos la verdad, es que han andado muy bien”.

Camila Tapia es mamá de los recién nacidos y cuenta que se enteró de que eran 3 cuando el embarazo estaba avanzado. “Yo cuando supe tenía ocho semanas y me dio un desprendimiento de placenta, entonces empecé a sangrar, a sangrar y tuve que estar en casa más bien. Nos dijeron que mis bebitos probablemente no nacieran, que los iba a perder, que veían como un aborto espontáneo; nosotros con mi esposo fue triste, no nos quisimos hacer ilusiones. Se nos pasaron muchas cosas por la cabeza porque todos decían que estos bebés podían venir con malformaciones, que iban a tener muchos problemas, que probablemente no vivieran y es un milagro de Dios, o sea, Cabildo completo ha estado rezando por ellos, han tenido una evolución súper grande”.

Por su parte, Ricardo Escobar, papá de Jesús, Simón y Esteban, se manifestó contento tras la noticia de que pronto podrán estar en su casa. “Estamos bien ya con la doctora, con la noticia que nos dio el otro día que ya subieron de peso, ya están respirando por sí solos y eso nos da una alegría como familia a nosotros también, esperarlos con ansias. Está todo listo, ya le tenemos las cunitas y sus hermanos también los están esperando con ansias. Todos fueron un apoyo para nosotros; salió pesado si viajar todos los días más de 200 kilómetros, 100 para allá y 100 para acá”.