
Destacan el rol de depredadores naturales en el control de plagas
La producción agrícola en Chile enfrenta desafíos complejos debido al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. En este contexto, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en colaboración con INDAP, está liderando un programa de transición hacia la agricultura sostenible, entregando herramientas y conocimientos científicos a los agricultores para mejorar la producción y la resiliencia de los cultivos.
Uno de los casos más emblemáticos de este esfuerzo es el de Enrique Jorquera, uno de los últimos productores de tomate limachino, una variedad tradicional altamente valorada por su sabor y calidad, pero que ha sido desplazada por cultivos más resistentes al comercio masivo. Jorquera ha mantenido viva esta tradición a pesar de las dificultades climáticas y del mercado, implementando prácticas de manejo agroecológico que ahora son reforzadas por el conocimiento científico de INIA.
En una reciente jornada de capacitación realizada en su predio, el investigador entomólogo de INIA, Ernesto Cisternas, destacó la riqueza de la biodiversidad en los campos de pequeños productores y cómo estos pueden aprovecharla para reducir el impacto de plagas de manera natural. En este caso, las mosquitas blancas, los pulgones y la polilla del tomate son las principales amenazas para el tomate limachino. Se le recomienda al agricultor el repique de depredadores presentes en forma abundante en el predio como crisopas y chinitas y la reintroducción al huerto de Encarsia parasitoide de moscas blancas, todos ellos aliados para una producción sustentable de la mano del control biológico.
“En todos los predios que hemos visitado en la Región de Valparaíso, encontramos una gran biodiversidad de enemigos naturales, como parasitoides, depredadores y entre estos los arácnidos. Los agricultores deben conocer y valorar estos aliados naturales, ya que pueden ser clave en la sustentabilidad de sus cultivos”, señaló Cisternas.
Andrea Torres, investigadora transferencista del INIA explica que “las bandas florales cumplen un rol clave en la agricultura sostenible. Más allá de la polinización, su importancia radica en ser refugio para enemigos naturales y parasitoides que ayudan en el control biológico de plagas. Durante la jornada con los beneficiarios del TAS, enfatizamos la necesidad de elegir especies adaptadas a cada zona, especialmente en áreas con déficit hídrico. Además, es fundamental observar la entomofauna local para identificar qué bandas florales funcionan mejor en cada cultivo. Este conocimiento nos permite avanzar hacia sistemas productivos más equilibrados y resilientes.”
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo, innovación y transferencia agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta iniciativas que contribuyen a la transformación sostenible de la agricultura nacional, creando soluciones innovadoras y productos con valor agregado que responden a los desafíos agroalimentario del país y el mundo.